viernes, 20 de julio de 2012

Los muchachos del supermercado

Esta reflexión nace durante mí última ida al supermercado, acá en Caracas, con los muchachos que embolsan las compras (si, disfruto ir de compras…mi esposa me re entreno bien).

En esta oportunidad me llamo la atención la forma en que están vestidos estos muchachos y muchachas , los accesorios, arreglos personales y la actitud que demostraron, les adelanto que presentaban una imagen pulcra, peinados, sin la más mínima arruga en la ropa, donde entre ellos mismos y hasta de las cajeras recibían comentarios como “ese peinado esta original ó dónde compraste esos zapatos? están poderosos” y me asalto la siguiente reflexión “Demuestran ser diferentes, llevando el mismo uniforme…será que desean decir algo??” y con esta reflexión regrese a mi casa. Mientras ayudaba a guardar la compra (el re entrenamiento de mí esposa ha sido todo un éxito) seguía cavilando en esa reflexión y me vino el concepto de Caricias según el Análisis Transaccional (con efectos multimedia incluidos y fuegos artificiales) y me digo: “Arturo, a través de la imagen única que cada uno de ellos está trasmitiendo buscan llenar su batería de Caricias y lo hacen en una forma casi genial, usando inconscientemente sus recursos, buscando ser reconocidos, tomados en cuenta, están llenando su batería con Caricias Condicionales (las que recibimos por lo que usamos, por las tareas que hacemos).

Según el Análisis Transaccional, Caricia es toda manifestación, verbal o no, mediante la cual una persona reconoce la existencia de otra persona,  vitales para vivir y sobrevivir, tanto emocional, biológica y psicológicamente. Cuando la calidad y cantidad de las caricias son insuficientes pueden sobrevenir trastornos, que se manifiestan en nuestro comportamiento.
Entonces las caricias pueden ser Incondicionales o Condicionales, Positivas o Negativas, comunicadas en forma Verbal y Física (toques, abrazos, gestos, golpes…).  Las caricias Incondicionales son las más poderosas que un ser humano puede recibir, suman y apoyan cuando son en Positivo, nos reconocen como seres únicos por lo que somos (“eres muy especial”, “irradias buena vibra”, “tienes una mirada linda”, “eres capaz, hazlo!”, son algunos ejemplos), cuando las empleamos en forma negativa, restan, llegando a hacer mucho daño (“que estupideces dices”, “las mujeres / hombres no sirven para eso”, “jamás lograras ser alguien”, “los varones no lloran”) . Las Caricias Condicionales (positivas /negativas) son una forma a la que también recurrimos para llenar nuestra necesidad diaria de caricias, nos reconocen  lo que hacemos (tarea, trabajo, estudios), que sumaran o no, de acuerdo a la forma en que las usemos: “excelente como recogiste tu cuarto”, “tu presentación en la reunión fue impecable”, “te felicito por pasar tu año escolar”, “eres un niño /niña malo(a) no recogiste el cuarto”, “que burrada hiciste como tarea”.

Entonces, las Caricias son vitales y siempre vamos a buscar la manera de llenar nuestra batería de caricias, así pongamos en riesgo nuestra vida, ya que antes de ser ignorados (no reconocidos en el mundo) preferiremos “una patada”.

Seguro esteran pensando a dónde quiere llegar Arturo con esta reflexión nacida en un supermercado de Caracas...a invitarlos y que se permitan dar más caricias positivas incondicionales, las más poderosas que podemos ofrecer, cuando asistan como yo a los supermercados, a la arepera, al restaurant de la esquina, con el vecino, con la familia practiquémoslas!!...es más fácil de lo que creemos: preguntar el nombre de la persona (la muchacha de la recepción, taxista, muchacho del supermercado, mesonero, vecino) y usarlo al dirigirnos a esa persona agradeciéndoles su amabilidad, su servicio, su buena vibra al hacer las cosas, usando toda la gentiliza posible.

Esto último será un poderoso y sencillo aporte para lograr el país, el continente y el planeta que nos merecemos todos los habitantes de esta nave espacial llamada tierra…..parafraseando al Dr. Erick Berne, padre del Análisis Transaccional: “todos nacemos príncipes y princesas y por el camino tomamos decisiones (inconscientes) que nos transformaron en sapos y ranas encantadas, al ser decisiones y hacerlas conscientes seremos capaces de cambiarlas y lograr ser seres auténticos y triunfadores, como lo merecemos”.

Saludos a todos,

Arturo Barreto
Coach transaccional

1 comentario:

  1. Me gustó mucho el artículo... no había leído sobre el tema, excelente

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